octubre 21, 2015

Detalles

Al final de todo, las pequeñas cosas son las más importantes: las conversaciones a las 3 de la mañana, las sonrisas espontáneas, las fotos desastrosas que nos hacen reír a carcajadas, los poemas que nos llenan el alma, las películas que nadie más conoce y se transforman en tus favoritas, un café que te tomas solo... Es lo que vale la pena; las pequeñas cosas que causan emociones gigantescas.