septiembre 11, 2013

Memoria

Hoy, hace 40 años, Chile despertó de golpe. Hace 40 años se polarizó todo un país y se quebró la institucionalidad. Hoy, unos piden perdón, mientras otros tantos aún esa palabra les es tan indiferente como el dolor y la muerte. La bestialidad a muchos nos tocó de cerca, cuesta creer que después de tanto tiempo las heridas aún están latentes, como si no hubiera transcurrido un sólo día.

A pesar de que volvimos a mirarnos a la cara nuevamente, a respetarnos, Chile nunca más volvió a ser el mismo, porque cuando un chileno se levanta en armas contra otro chileno, se crea un trauma difícil de superar en una sociedad golpeada. Los familiares y las víctimas no quieren perdón, no quiere que el Ejército pida perdón, no quiere que la Iglesia pida perdón, ni que la Corte Suprema (junto a otros cómplices) lo haga; los familiares y las víctimas quieren justicia, buscan verdad. Un país sin memoria está condenado a repetir su historia... ni perdón ni olvido.

A las víctimas de la dictadura militar.