mayo 16, 2010

De rompecabezas...

La conversación comenzó más o menos de la siguiente manera:

- ¡Don E., vengo a conversar con usted porque tengo un caos!

Me observó unos segundos y me dijo:

- ¡Usted no tiene un caos, usted ES UN CAOS!

Y así comenzó el trayecto hacia la madurez, que por cierto es un proceso sumamente gratificante al ir viendo cómo las piezas del rompecabezas van encajando. El conocimiento de estas verdades es como la fotografía que viene en la tapa de la caja del rompecabezas, que te permite reconocer las piezas para así ubicarlas donde corresponde… ¡Algunos traemos un rompecabezas de muchas piezas!

Si es así, es porque así lo elegimos…

Todo lo profundo ama el disfraz

"Camuflaje" es una historia que habla de esa inherente costumbre humana por intentar ocultar, cada vez que se pueda, nuestros más sinceros y fuertes sentimientos. Es un permanente encubrimiento de nuestros más profundos deseos, vaya a saber uno con qué fin, el punto es que es un hecho inconsciente (o consciente?). Aún así, dentro de nuestra conciencia por querer ocultar nuestros anhelos nos demostramos casi desesperados por querer mostrar más que sólo lo que decimos. Es la poco cortés contradicción entre nuestro corazón y las palabras que se nos arrancan de nuestra boca; el miedo que nos paraliza a cada instante, escondiendonos tras una coraza, tras un camuflaje.
Todo lo que es frágil, profundo, lo más nuestro, tendemos a esconderlo del resto, porque nuestra naturaleza nos ha tornado casi imposible exteriorizar las emociones que nos gobiernan.

Tal vez por miedo, o tal vez esperando el momento adecuado, el mundo es frío e indiferente. Pienso que cuando una persona realmente quiere algo, junta todas sus fuerzas para obtenerlo. Exterioriza sus sentimientos, se quita su coraza y se muestra tal cual es, sin disfraces, sin camuflajes mediante, sólo con sus senmientos a flor de piel... y si realmente desea algo o a alguien ¿no lucharía por lograrlo?. Si realmente desea estar con ESA persona, asumiendo todas las virtudes y defectos que conlleva, ¿no los pasaría por alto?... ¿sólo por espinas desechar la flor?...

Plantear una relación desde el inicio, es, separar claramente lo que es el amor (el hecho que significa estar con alguien), de las ansias de una nueva relación sólo para mitigar algún dolor ajeno y pasado.

La torpeza habitual que nos acecha es no saber esoger o encontrar el momento adecuado para juntar el coraje de la sinceridad, para decidirse a tomar el riesgo. "Demasiado", para mí es nada comparado con lo que podría llegar a hacer para estar infinitamente a tu lado.

El tiempo corre... sigue esperando el momento para entregarte sin tu camuflaje, tal como eres (como tú)... Nada más que ocultar, listos para mostrar el costado más frágil, pero repleto de amor...

El tiempo vuela... y no se detiene!