Me emocioné con tu última carta, recordé el momento exacto en que la escribías en el aeropuerto. Recordé también la despedida: definitivamente, los aeropuertos conservan más besos y abrazos sinceros que cualquier otro lugar. Escribiste muchas cosas lindas en tu última carta, y hay muchas otras cosas lindas y especiales en la carta que aún no he visto y que seguramente veré cuando vuelvas. Hoy cumplimos 5 meses y te mandé un correo escrito con las manos del alma. Cada línea de tu carta está sagradamente guardada junto a las otras. Te amo y me amas, y aunque sigan pasando días, no necesito verte para saberlo.
de la libertad
entre las fieras andas, indiferente.
Tan profunda, tan casual,
buscando amar a un hombre encerrado
en la tempestad.
No necesito verte
para saberlo.
Te descubrí entre el humo y la gente,
te conozco bien.
Sos la cautiva de mis sueños,
siempre al despertar,
dejo los ojos entreabiertos.
Ya no cerraré la puerta...
No necesito verte
para saberlo."