Pareche chacota. Una mala broma del destino. Quizás costumbre... muy mala costumbre. Salvo un par de años que me he sentido super bien, el último tiempo he pasado mi cumpleaños enfermo. A pesar de la incomodidad de agotar rollos de papel higiénico con líquidos nasales la semana de mi cumpleaños, siempre lo paso bien, siempre vivo buenos momentos rodeado de la gente que amo y me quiere.
De todas formas, el destino se ha ensañado nuevamente al cumplir mi cuarto de siglo (me cuesta pronunciarlo, suena espeluznante, aunque escribirlo y peor aún leerlo, no hace mucha diferencia). Eso sí, un cuarto de siglo bien vivido.
Punto aparte y pasando a otro tema Recordé también que cuando era pequeño siempre quise un perrito de mascota. Nunca quisieron, nunca se dió. Un 11 de julio también llegó a la casa Benito, un perrito que nos revolucionó en la casa. Que nos hace correr detras suyo cada día para recuperar una zapatillas, que hace cagadas (literalmente) por toda la casa, que ha creado toda una bolsa plástica con calcetines solitarios porque tristemente aún no aparecen sus hermanos gemelos.
En fin, los genios somos incomprendidos.
¡Salud! (Qué raro brindar con jarabe para la tos)