Tenías razón, mi blog ya tiene telarañas. Es curioso como de repente me alegas que hace mucho tiempo no escribo, principalmente porque pienso que este rinconcito no es tan visitado; una vez más tengo que tragarme mis palabras y desvanecer mis pensamientos.
Antes escribía acá como terapia, como desahogo. Como catarsis. Escribía cuando tenía problemas, cuanto tenía ganas de mandar todo a la mierda, cuando me cegaba y no encontraba salida alguna. La explicación de porqué estaba botado mi blog puede tener ahí su respuesta: no necesito escribir porque me he sentido feliz, pleno. Porque cuando uno encuentra su reflejo en los ojos de otra persona no hay necesidad de terapias, catarsis ni desahogos. Pero pensándolo bien, no hay que tocar fondo para retomar la escritura. También se puede escribir para contar lo feliz que estoy, lo bien que lo paso contigo, la paz que encuentro al escucharte soñar...
Sólo es cosa de voluntad (y a veces, tiempo).