Nada como la lluvia para hacerte sentir vivo...
Te moja el alma, pero no la hiere, y te hace sentir vivo.
Puedo sobrevivir, logré lo que quería,
¿porqué seguir adelante?
Porque los ángeles caen con la lluvia...
...sólo Dios lo puede entender.
Y no tengo ya derecho a exigirle nada.
¿Imaginas el deseo?
Consume como pocas cosas.
Voy adelantando las agujas del reloj:
y otro ángel cayó...
El desenlace puede ser tanto alentador como desgarrador.
Y no puedo exigir nada.