¡Flash! …
— LUZ CÁMARA ¡ACCIÓN!
¿Sabés qué?, fue como un milagro...
Volviste, ¿y qué iba a hacer yo?
La atmósfera se tornó rosácea, todo tenía el color y la textura de una nube de azúcar.
Era 1988, ¿no?… ¿o 1989? ¿‘90 o ‘97? Algo así. Porque te juro que todo olía a algodón y se sentía como la piel de un bebé. Y la mole de gente avanzando por la avenida vacía de vehículos. Como brazos de ríos que convergían en un mismo mar. Mar de gente. ¿Nosotros? Y yo entre ellos. Y yo… y tú.
Viento…
Viene el viento a volarnos, a humedecernos los ojos risueños, a pintarnos los párpados de azul. Una esperanza que vuelve, porque volviste.
Y escucho a alguien poner un cassette en el equipo de audio. Escucho la mano cerrar la cassettera y escucho el índice presionando PLAY. La cinta del cassette da vueltas. Gira…
Más.
¿Qué? ¿No entiendes?
Me devolviste el olor de las flores del jardín del pasado. Ese que mis ojos disfrutaban cuando de fondo te escuchaba. Crujía tu voz. Crujía. Brrrr….Grrr… Pero te escuchaba. Rosas las flores, verde el pasto, pequeño, sentado observando la forma de las nubes.
Y la música… ligera.
Cada vez más… te siento venir, llegar. Te siento pisando el mismo suelo que yo. DENTRO DEL MISMO CÍRCULO QUE YO. Como un viaje en tiempo y espacio. Somos seres de un mismo planeta, bailando sobre una misma órbita. Nacimos juntos. Ya nos conocemos.
Y ese aliento de ilusión. ¡Cuánta ilusión junta!
Emoción… Como hace veinte años, los mismos acordes de una guitarra que llora y ríe al mismo tiempo, que nos extrañaba, como yo. Como todos. No dejes de sonar, por favor, te lo pido. Mi cuerpo pide a gritos tus canciones. Quiero verte bailar.
Quiero volar.... Volar…
Eso que aprendí escuchándote.
[N.]